miércoles, 4 de noviembre de 2009

Napoleón Bonaparte: ¿El personaje hace la historia o la historia hace a al Personaje?

     Napoleón Bonaparte (1789-1821), como Alejandro Magno o Julio César, es uno de esos personajes de los que se dice que hacen historia, en el sentido de que sus actos, como militar y gobernante, tuvieron una gran influencia en su época, es por algo  que las guerras de principios de siglo XIX se denominan Guerras napoleónicas; además su importancia superó su tiempo, siendo analizado, recordado o criticado, habiendo marcado sucesos posteriores como el Congreso de Viena y la Europa de la Restauración.

     Sin embargo, las hazañas militares, maniobras diplomáticas y medidas políticas de Napoleón en la Europa de comienzos del siglo XIX, al igual que otras figuras históricas, no fueron fruto de la casualidad sino de la conjunción del contexto histórico en el que vivió y de su propia personalidad. En este artículo me centraré en el aspecto de su personalidad.


 Retrato ecuestre de Napoleón  Bonaparte (obtenido de historiageneral.com)

     Nació en una familia burguesa acomodada de Ajaccio (Córcega), su padre era abogado pero poseía algunas tierras y negocios comerciales, teniendo como objetivo alcanzar el título nobiliario para su familia; Napoleón fue el segundo de los ocho hijos Buonaparte, si bien la posición predominante de su familia frente a tíos o primos, unido al servicio de un buen número de criados y sirvientes potenció su sentido de jerarquía y autoridad. Ese objetivo de ascenso familiar quedó refrendado cuando Napoleón repartió sus conquistas en Europa entre sus hermanos, recompensándoles con tronos en distintas regiones, como José Bonaparte rey de España (1808-1813).

Retrato de Napoleón con su familia (obtenida de oceansbridge.com)

     Sin embargo, pronto le tocó lidiar con las dificultades al ingresar interno a los diez años en un colegio militar de la región de Champaña con una beca, terminando sus estudios militares en Paris, lejos de su familia y su entorno corso (al principio despreciaba a los franceses del continente al creer que oprimían a los habitantes de Córcega) con la única compañía de su hermano mayor José. Los siguientes años vivió bajo una dura disciplina, rodeado de compañeros de familias más importantes que se reían de su francés con acento italiano, refugiándose en su interés por la geografía y las matemáticas; todo ello incrementó su actitud huraña y solitaria,  pero le aportó una gran fuerza de carácter.


Napoleón dirigiendo a sus tropas en la batalla de las pirámides, Egipto (obtenida de kalipedia.es)

    No sobresalió en los estudios, ya que terminó en el puesto 42 de 58 de su promoción en 1785, con lo cual tras licenciarse recorrió algunos poco atractivos y rutinarios destinos militares. Sin embargo, este período fue decisivo su futuro, ya que junto a libros de tácticas militares tuvo tiempo de completar su formación intelectual con la lectura de obras de Rousseau, Voltaire, Mirabeau... interesándose por los sentimientos humanos y las formas de gobierno, lo cual le acercaría a las ideas revolucionarias que estallaron en 1789; si bien no se alineó con ningún grupo político, tuvo simpatías por los jacobinos (lo cual le costaría ser detenido y perder su grado militar tras el golpe de Termidor en verano de 1794).


Napoleón dirige el golpe del 18 de Brunario de 1799 (obtenida de yesicai.blogspot.com)

     La Revolución ofreció la oportunidad que necesitaba al ambicioso Napoleón (el genio es el arte de la oportunidad, afirmó), así destacó en su faceta militar en diferentes sucesos, la toma de Tolón o la defensa de la Convención frente a los realistas en las Tullerías, lo cual le permitió comenzar su exitosa carrera liderando los ejércitos franceses en las campañas de Italia y Egipto, que finalmente le llevaría a convertirse en Emperador de Francia.


Napoleón retratado con toda la simbología de Emperador (obtenida de internetstones.com)

     Como militar Napoleón fue un brillante estratega, innovador en las tácticas (especialmente en la movilidad de artillería e infantería), meticuloso en la intendencia, avezado en el espionaje y hábil en la diplomacia; todo ello favorecido por su incansable capacidad de trabajo y cercanía a las tropas. Como político se caracterizó por su aspecto dual, apareciendo como liberador frente al Antiguo Régimen, extendiendo algunos logros de la Revolución (por ejemplo el código civil napoleónico) o asegurando principios como el mérito y por otra parte reprimiendo las libertades nacionales, limitando la participación política en Francia o tratando de dominar militarmente toda Europa.

Retrato ecuestre de Napoleón caracterizado como Aníbal obra de Gross (obtenida dewikipedia.org)

     El orgullo, la ambición y la autoconfianza marcó la personalidad de Bonaparte, pero también la inteligencia, la audacia y el tesón, todo ello forjado desde su infancia en Córcega y su etapa de formación en las academias militares, viéndose incrementado y reforzado por sus éxitos militares, unido al ensalzamiento de toda una nación que no paraba de dar bandazos políticos y necesitaba de un líder fuerte.

Para saber más sobre la biografía y personalidad de Napoleón Bonaparte:


martes, 3 de noviembre de 2009

Dos nuevos blogeros en Campo Real

     Como habréis visto ya en la barra de enlaces a blogs hay dos nuevos blogs en el SIES Campo Real. Tanto Curro (tecnología) como Ana (plástica) han abierto sus páginas con trabajos interesantísimos y de alta calidad, enfocándolos desde un punto de vista interdisciplinar, lo que nos anuncia un curso lleno de sorpresas en la red; lo seguiremos siempre dispuestos a aprender en estas direcciones:


domingo, 25 de octubre de 2009

Ágora: una puerta a la historia


A propósito de la imprescindible película de Ágora, recientemente estrenada, me gustaría incidir en un aspecto diferente de la película, no tanto en el fondo como en la forma. Poco más se puede añadir al magnífico artículo de Vicente sobre los temas principales que trata la película: la intolerancia y la lucha por el poder con la religión como excusa; sin embargo la representación de esta historia se ha realizado de manera muy detallista y verosímil, pese a alguna pequeñísima inexactitud como señala Vicente.
Alejandro Amenábar ha puesto todo su talento y esfuerzo en contarnos su visión de un pedacito de historia, envuelto en un convulso contexto, la descomposición del Imperio Romano y la transición del mundo clásico al mundo cristiano. Esta visión, a diferencia de otras películas surgidas de Holliwood que idealizan personajes, adulteran la historia y se preocupan más del simple espectáculo (por ejemplo 10.000), se caracteriza por una gran precisión y realismo histórico.

El dios Serapis rodeado de paganos dispuestos a todo (obtenida de elimparcial.es)

La ambientación en la Alejandría de Amenábar es tan creíble que nos introduce en la Historia con mayúsculas a lo largo de dos horas y nos expone los sucesos de una forma clara, sin tapujos, pero también sin ocultar sus simpatías. Así por ejemplo, el objetivo de que el espectador empatice con la figura de Hipatia es una constante a lo largo del film, sin embargo muestra prácticamente todo lo que se conoce de su vida y hace que sus estudios se comprendan de manera sencilla por el espectador, demostrando a la vez su importancia histórica (en matemáticas y astronomía) pese a que no se ha consevado ningún escrito suyo.


Hipatia y Teón con sus esclavos saliendo del Serapeum (obtenida de larepublicacultural.es)

Los decorados, que no abusan de la recreación digital, son espectaculares, señalando el carácter multicultural y de gran ciudad de la antigüedad que era Alejandría: donde aparecen la famosa biblioteca, la maravilla del faro, viviendas romanas como la de Hipatia, la prefectura romana, templos egipcios convertidos en paganos, un teatro greco-romano, iglesias cristianas, sin olvidar el ágora que da nombre a la película. Aderezados con fantásticas imágenes aéreas de la propia ciudad o del delta del río Nilo.


Imagen del Ágora de Alejandría en la película (obtenida de elpais.com)
Sin embargo, estos grandes decorados aumentan en veracidad al no restarle un cierto toque de decadencia, como correspondía a los cambios sociopolíticos que se venían produciendo a finales del siglo IV y comienzos del siglo V. Esto lo podemos observar físicamente con los cambios que sufren muchos edificios, como de la biblioteca que pasa a tener un uso tan poco intelectual como el de establo, el teatro que ha dejado de representar obras clásicas y en la sustitución del ágora por la Iglesia (antiguo serapeum) como lugar de reunión.


Debate entre cristiano y pagano en el Ágora (obtenida de peliculasdecine.net)
También es digno de comentarse el cuidado vestuario (el cual hemos podido ver de cerca en la exposición del museo del traje), que es de gran realismo pero que a la vez favorece las diferencias entre grupos y el antagonismo que los enfrentará: Los paganos con sus lujosas togas, frente a cristianos con ropas sencillas de lana, típicos soldados romanos con su escudo rectangular y lanza o pilum, esclavos cuidados por sus amos pero que viven en pequeñas habitaciones oscuras, judíos ataviados con el talit y la kipá

El prefecto Orestes (obtenida de portaldenoticias.com)
Especial trato reciben los principales personajes potenciando el realismo al cambiar su vestuario en función de su evolución personal: Orestes pasa de joven discípulo enamorado a prefecto romano uniformado ahora con coraza, el despechado esclavo Davo adopta el negro al alinearse con los parabolanos más radicales...


Davo caracterizado como monje parabolano (obtenida de elpais.com)

Por supuesto, quien mejor representa esta asociación es Hipatia que primero viste al estilo griego, de blanco o con colores claros para luego de la destrucción de la biblioteca aparecer con colores profundos y fuertes representando el fin de su inocencia, pero también de toda una época.


Vestuario de Hipatia en el Museo del Traje (Obtenida de labutaca.net)

jueves, 8 de octubre de 2009

UN SEGUNDO STONEHENGE

Ayer se publicaba en varios periódicos el descubrimiento por arqueólogos británicos de restos de un nuevo cromlech o círculo de piedra en las cercanías del más conocido cromlech del mundo: Stonehenge. Parece ser que los dos formaban parte de un conjunto en llanuras de Salisbury (Inglaterra), junto al río Avon, y que estaban unidos a través de una vía ceremonial que los conectaba, el complejo se completaba con un poblado neolítico que sólo se usaba en los momentos de las ceremonias.

Imagen actual de Stonehenge (obtenida de evanevantours.co)

Este nuevo hallazgo puede ser de gran importancia para esclarecer la función y los usos de estos círculos de enormes piedras (megalitos), ligados por tanto a la cultura Megalítica que fueron construidos en pleno período Neolítico por toda Europa Occidental y apagar las descabelladas teorías con las que algunos los relacionan (extraterrestres), si bien el debate entre sus estudiosos aún está lejos de finalizar.


Reconstrucción del Blue Stonehenge (Obtenida de Elpais.com)

Le han llamado Blue Stonehenge puesto que las piedras que lo formaron tenían un tono azulado, y al igual que el famoso fueron traidas desde cientos de kilómetros de distancia (uno de los principales misterios del monumento), si bien no se han localizado grandes megalitos sino pequeños restos y evidencias de su colocación. Por otros restos fósiles se ha podido determinar que su antigüedad ronda los 5000 años, y por tanto algo anterior al magnífico Stonehenge.


Rutas ceremoniales en el conjunto de Stonehenge (obtenida de flickr.com)

La teoría más aceptada de la función del monumento es su relación con ritos de carácter religioso, relacionados con conocimientos astronómicos; ya que está orientado para que le luna llena se alce en su cénit en el solsticio de verano, y por tanto tal vez tuvieran que ver con algún tipo de culto lunar. Aunque cada vez cobra más importancia la teoría que relaciona todo el conjunto con ritos de paso entre el mundo de los vivos (asociado a círculos de madera) y el de los muertos (relacionado con los círculos de piedra).

Imagen de los sucesivos círculos ceremoniales de Stonehenge (obtenida de abyss)

Este último planteamiento se sustenta en la existencia de algunos enterramientos, la conexión por la vía sagrada de todos los elementos (círculos y poblado) y la asociación de ellos con el río Avon, que como muchos ríos o lagos en la antigüedad (por ejemplo la laguna Estigia) se identificaría con los tránsitos al mundo de los muertos.

Para saber más:

miércoles, 7 de octubre de 2009

ESTAMBUL (Parte II): UN PUENTE ENTRE DOS CONTINENTES

El segundo de los aspectos en que siempre ha destacado la ciudad de Estambul es en el económico, como lo demuestra que en la actualidad acoja la reunión del FMI. Esta vocación comercial es fruto en gran medida de su privilegiada situación entre Europa y Asia, que a lo largo de la historia la ha hecho tan apetecible para diversos Imperios; a lo cual se suma el carácter de los turcos, deseosos de hacer negocio a la menor oportunidad.


Acceso al Gran Bazar de Estambul (Obtenida de wikipedia)

Uno de los ejemplos más impresionantes de ese pasado y presente comercial es el Gran Bazar (Kapali Çarsi), un increible y variado mercado cubierto que ocupa 35 hectáreas de la ciudad de Estambul, formado por ochenta calles y que cuenta con más de 4500 tiendas: el primer gran centro comercial del mundo, ya que fue construido en 1464 aunque tuvo que ser reformado tras un terremoto en el siglo XIX.


Fuente en el Gran Bazar (Estambul)

Ya en sus orígenes contaba con seis fuentes, mezquita y doce capillas, y otros lujos para su época; si bien en la actualidad la mayoría de sus clientes son turistas aún perdura un toque gremial, ya que sus tiendas están agrupadas en función del tipo de producto a la venta (joyería de oro, alfombras, narguiles...) como antaño, y todavía se practica el regateo (en general con poca suerte para los poco acostumbrados turistas).


Calle de textiles del Gran Bazar (Estambul)

Sin embargo este Bazar, famoso en todo el mundo, no es el único de la ciudad ya que también destaca el Bazar Egipcio, que mantiene su carácter exótico y un aroma especial, gracias a que está dedicado en su mayoría a las especias, muchas de ellas traidas de lugares lejanos de Asia rememorando la ancestral Ruta de la Seda, cuando la seda, especias y otros artículos de lujo (porcelana, joyas, etc.) eran transportados desde China por tierra hasta Estambul para luego ser repartidos a toda Europa por barco a cambio de oro y piedras preciosas.


Puesto de especias del Bazar Egipcio (Estambul)

La ruta de la Seda se originó gracias a los intercambios entre el Imperio Romano y el Imperio Chino hace más de 2000 años, y alcanzó su apogeo con la capitalidad de Constantinopla en el siglo IV. Con la llegada del Islam, los árabes pasaron a controlar el final de la ruta, convirtiéndose así en intermediarios imprescindibles e incrementando los precios para los europeos, si bien para asegurar tan vital fuente de ingresos crearon lugares para proteger las caravanas, situados a la distancia de un día de tránsitos, los llamados Caravasares (Kervansarays).



Caravasar de Sultanhani (Anatolia Central, Turquía)

En las ciudades por el contrario aparecieron los Han, mitad palacio mitad albergue de caravanas. Todos ellos, tanto caravasares como hani, presididos en su centro por una pequeña mezquita, rodeada de estancias destinadas a los diversos usos (residencia, almacén, cuadras para camellos y otras bestias de carga) y con murallas que lo cercaban, protegiendo los productos de los habituales conflictos e intentos de saqueo en tan largo recorrido.



Mezquita del Han Koza (Bursa, Turquía)

En la actualidad la ruta de la seda, que hizo famosa Marco Polo en los libros que contaban sus viajes por ella hasta China, ha desaparecido; sin embargo, la importancia de Estambul como punto intermedio de gran cantidad de mercancías que transitan entre Europa y Asia es todavía un hecho, como demuestra el emorme tráfico de barcos cargados de contenedores que cruzan el estrecho del Bósforo.


Barcos cargueros en el Mar del Mármara

Fotos Juanjo Martínez

domingo, 20 de septiembre de 2009

ESTAMBUL (Parte I): UN PUENTE ENTRE DOS CONTINENTES




La ciudad de Estambul ha tenido varios nombres y ha ocupado durante muchos siglos un lugar importante en la historia (capital del Imperio Romano de Oriente, Imperio Bizantino e Imperio Otomano), sin embargo en la actualidad su papel ha quedado en un lugar secundario excepto en dos aspectos: el comercial y el sociocultural. De momento nos centraremos en el segundo, ya que será Capital Europea de la Cultura en 2010.



Imagen de losviajeros.com

Ubicada ente la Península de Anatolia (Asia) y Tracia (Europa), separada por el estrecho del Bósforo, que une el Mar Negro y el Mediterráneo a través del Mar del Mármara, se extiende en la actualidad por las dos orillas y a su vez queda partida en su zona europea por el estuario del río Haliç (el famoso Cuerno de Oro). Como consecuencia de esta privilegiada situación se convirtió desde muy pronto en encrucijada del comercio entre Asia y Europa.




El auge de la ciudad de Bizancio, que ya existía desde el s. VII a.C., comenzó con el emperador romano Constantino el Grande, que en el año 330 d.C. reformó y amplió la ciudad que ocupaba la península formada por el Haliç y el Mármara y le dio su propio nombre: Constantinopla, dotándola de importantes infraestructuras y edificios, grandes palacios, embelleciéndola a costa de otras ciudades, haciendo trasladar columnas, estatuas, obeliscos egipcios….




Sin embargo, ya desde esos primeros tiempos se caracterizó por su importancia cultural, no sólo a causa de su monumentalidad, puesto que en ella se fundó la primera universidad (330), que pese a ser reformada posteriormente por los sultanes otomanos, ha continuado hasta nuestros tiempos. Recibió un buen número de judíos sefarditas expulsados de España en 1492 y ha sido centro de fusión de las culturas europeas, otomanas e islámicas durante siglos.




También tuvo una gran influencia en el aspecto religioso, ya que se convirtió en uno de los principales centros del cristianismo casi desde sus orígenes y en especial desde convertirse en religión oficial del Imperio Bizantino, donde el Patriarca de Constantinopla (Bizancio) hacía sombra al mismísimo Papa de Roma, de lo cual dan fe un buen número de iglesias (destacando Santa Sofía). Esta dualidad acabó desembocando en el cisma de 1054, y dando origen a la Iglesia Ortodoxa cristiana, mayoritaria en el Este de Europa.




Tras la conquista por los turcos de la ciudad en 1453 el cristianismo, aunque no desapareció por completo en la renombrada Estambul, fue sustituido por el Islam, las iglesias convertidas en mezquitas y el Patriarca por el Sultán. Sin embargo, este hecho procuró un nuevo impulso cultural a la ciudad; los sultanes se esforzaron por mejorar la ciudad levantando grandes complejos religiosos, que también lo eran sociales (disponían de comedores sociales, baños y escuelas), y la poesía, la filosofía y las matemáticas de influencia árabe florecieron en la ciudad, que adquirió su inconfundible imagen de cúpulas y alminares junto al mar.



Sin embargo, tras varios siglos de esplendor, en el siglo XIX se inició un período de decadencia, marcada por el gobierno de sultanes débiles, revueltas nacionalistas y las ambiciones de las potencias europeas, que culminó en la desaparición del Imperio Otomano en 1919 tras la 1ª Guerra Mundial. Este proceso significó en el ámbito cultural una fuerte influencia occidental en la ciudad, que queda reflejada en algunos barrios, como Taksim, y calles como la Istiklal.


El resurgir de Turquía como nuevo estado vino de la mano de un oficial del ejército, Mustfá Kemal Ataturk, que trató de hacer de él un estado moderno, imponiendo el laicismo y una política cultural nacionalista turca; siendo sus medidas más significativas:
  • El abandono del Islam como religión oficial.
  • La sustitución del alfabeto árabe por el latino.
  • Industrialización y tecnificación de la agricultura.
  • Progresiva democratización, aunque bajo la vigilancia de un ejército fuerte, principal garante de las reformas de Ataturk


Manifestación de veteranos (imagen de lanacion.com)
En la actualidad Estambul se ha convertido en un caleidoscopio cultural, donde se funde el carácter mediterráneo, especialmente visible en su gastronomía y la vida de sus calles, con la historia clásica romana y bizantina, la religión islámica y las grandes mezquitas otomanas aderezadas por los cánticos de la llamada a la oración, con la explosión turistas procedentes de todo el mundo para disfrutar de este fantástico cóctel y sus maravillosas puestas de sol.


fotos Juanjo Martínez

domingo, 21 de junio de 2009

Un buen final: visita a Madrid

Para finalizar este apasionante curso vamos visitar la ciudad de Madrid, realizando de un recorrido que nos permita aplicar en la práctica gran parte de lo que hemos estado estudiando este año y al mismo tiempo disfrutar de su arquitectura, sus jardines, su historia y por que no su gastronomía.


Plaza de Oriente y Teatro Real (obtenida de flickr)

Para ver el itinerario podéis visitar el artículo de Vicente con diversas fotografías y si os interesan más detalles, también el artículo con que abrió este blog, acerca del urbanismo de Madrid.

Pero si os parace todavía insuficiente y queréis volver a Madrid este verano para visitarlo no sólo de pasada, sino conociéndolo a fondo, os recomiendo descargaros las audioguías para el ipod/mp4 que ha realizado el ayuntamiento de Madrid en la página de esMADRID (El Madrid de los Austrias y El paseo del arte).

Epero que lo pasemos bien y os guste, al menos tanto como a mí me gusta pasear por el centro de nuestra ciudad, Madrid.

miércoles, 17 de junio de 2009

¿Una nueva revolución en Irán?

La situación en Irán se está complicando día a día gracias a las revueltas y manifestaciones populares que se suceden en Teheran y otras ciudades, a pesar de los intentos policiales de acabar con ellas y los esfuerzos por controlar la información del régimen de los Ayatolás. Esta tesitura amenaza con sumir al país en una crisis interna que acabe en un baño de sangre, y por extensión aumentar la ya alta tensión internacional con EE.UU. por el programa nuclear iraní.


Musaví rodeado de sus seguidores (Obtenida de El País 16/6/09)

La protestas estallaron nada más conocerse los "sospechosos" resultados de las elecciones presidenciales el viernes 12 de junio; donde se declaró la victoria del populista Ahmadineyad en la primera vuelta (con más del 62 % de los votos) y como consecuencia los seguidores del aspirante reformista Musaví se han lanzado a las calles protagonizando imágenes propias de hace 30 años cuando surgió la Revolución Islámica en 1979 que derrocó al Sha Reza Pahlevi y que permitió el ascenso al poder a los clérigos ultraconservadores, encabezados por el ayatolá Jomeini, verdadero constructor del régimen islamista de orientación Chií que aún perdura en Irán.

Enfrentamientos en Teherán (Obtenida de El País 16/06/09)

El gobierno del presidente Ahmadineyad por el monento trata de contener las manifestaciones sin recurrir a las milicias de la guardia revolucionaria y al ejército, apoyándose básicamente en la acción de la policía y tratando de controlar el flujo de información a la que pueden acceder los iraníes (controlan la televisión y la mayoría de diarios). Así por ejemplo han restringido los accesos a Internet, los sms y las señales de las cadenas de televisión por satélite, también han expulsado a la mayoría de corresponsales periodísticos extranjeros, etcétera.


Video sobre la expulsión de los corresponsales de TVE de Irán

Sin embargo, los seguidores de Musaví están utilizando un recurso a su alcance, ya que el móvil y los SMS están controlados: son las redes sociales, en especial el conocido twitter, para convocar las manifestaciones y organizarse, evitando la represión y el control gubernamental. Parece que este movimiento de protesta popular no se va a conformar con un nuevo recuento de votos, sino que la juventud urbana iraní reclama una nueva sociedad más abierta y con un futuro más prometedor.


Un ejemplo de estos objetivos podemos consultarlo en la entrevista que ha hecho El País a Marjane Satrapi, la autora del famoso comic y película Persépolis; donde desde la óptica de una niña se muestran los cambios que produjo la Revolución Islámica en Irán en los años 80, en especial para las mujeres, una feroz crítica a la intolerancia religiosa y al aislamiento cultural. Justo contra lo que está luchando los jóvenes que se manifiestan estos días en Irán.

martes, 16 de junio de 2009

El nuevo cine soviético

Cartel del Acorazado Potemkin

La revolución rusa (1917) abrió un gran período creativo en la
nueva Rusia soviética que surgió de ella, pero dos ámbitos sobresalieron por su influencia internacional, las artes plásticas (en la pintura destacó el suprematismo de Malévich que llevó un paso más lejos el cubismo y la abstracción) y el cine mudo.

El más influyente de los cineastas rusos fue Serguei Eisenstein, plasmando de una manera muy innovadora la represión del aparato militar zarista contra el pueblo en esta escena de su película El Acorazado Potemkin, que narraba los hechos de la revolución de 1905 en la flota del Mar Negro y la ciudad portuaria de Odessa.

En estas imágenes y en general en el cine ruso de los años 20 tiene una importancia capital el montaje de las secuencias y planos, su gran aportación a la historia del cine, con el objeto no sólo de narrar la historia a través de insertar diversidad de planos siguiendo un ritmo muy marcado; también busca hacer surgir los sentimientos del espectador y generar emociones.

Por otra parte, estas películas también tenían un fin didáctico (más de dos tercios de la población rusa eran analfabetos) , y por supuesto político, ya que es también un vehículo de propaganda del nuevo régimen soviético, mostrando la lucha justa del pueblo y la marinería del Potemkin contra la tiranía zarista (antecedente claro de la revolución de octubre de 1917).




Como veís en esta pequeña parte (en total dura más de 7 minutos) de la conocida secuencia de la escalera de Odessa, el ritmo y la emoción se consigue alternando planos cortos (rostros, carrito del niño) y generales (soldados, las masas corriendo por la escalera) y haciendo que el espectador sufra ante la inminente caída del cochecito, a lo cual se suma la fantástica música de Shostakovich.

Sólo cabe una palabra: Genial. Tanto es así que no pocas veces se ha versionado esta parte; tal vez la más conocida sea en la película que protagonizan Kevin Costner y Sean Connery: Los intocables de Elliot Ness.

jueves, 11 de junio de 2009

Corea del Norte: Un régimen anacrónico


     Cuando analizamos el final de la Guerra Fría se suele dar por concluida a principios de los años 90 del siglo XX: gracias a la caída del muro de Berlín (1989) y la desaparición de los regímenes comunistas que conformaban el bloque soviético, en especial la desitegración de la propia URSS; sin embargo, en pleno siglo XXI aún pervive un conflicto latente heredero de las relaciones internacionales que marcaron la segunda mitad del siglo pasado, nos referimos a las tensiones nucleares en Corea del Norte.

     El régimen de corte estalinista que perdura en Corea del Norte nos hace retroceder más de 50 años en la historia, puesto que aunque tenga ciertas peculiaridades mantiene enormes semejanzas con la Unión Soviética de la época de Josef Stalin y continúa en posiciones internacionales propias de la política de bloques, como su obsesión nuclear, la paranoia de la amenaza exterior y las contínuas demostraciones de poderío militar, como el último lanzamiento de misiles (pulsa aquí para ver la noticia).




     El origen de esta área conflictiva en el este de Asia hay que buscarlo en el final de la 2ª Guerra Mundial en 1945, tras la derrota de Japón, y la ocupación de la península de Corea por las dos superpotencias (Estados Unidos y la Unión Soviética) que protagonizarían la llamada Guerra Fría. El reparto de su influencia en torno al paralelo 38º configuró dos estados, el norte apoyado por la URSS y luego, desde 1949, también la China de Mao Zedong y el sur bajo una dictadura sostenida por el presidente de los EE.UU. Harry Truman. Muy pronto las dos Coreas protagonizaron el primero de los enfrentamientos indirectos entre los bloques comunista y capitalista, es la denominada Guerra de Corea (1950-1953) que tras alcanzarse un armisticio no modificó apenas la situación, pese a las destrucciones y pérdida de vidas, no llegándose nunca a establecerse una paz definitiva.





















                                       

Cuadro del Gran Líder Kim Il Sung  Imagen de "padrecito" Stalin
   
     La República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte) se fundó durante el gobierno de Kim Il Sung mediante la creación de un estado represor siguiendo una política estalinista, caracterizada por el encuadramiento de las masas y una férrea disciplina social ejercida por las organizaciones comunistas, encabezadas por el Partido de losTrabajadores de Corea. Esta política, sustentada sobre una propaganda presente en todos los ámbitos de la vida encumbró a Kim Il Sung como Gran Líder de la revolución socialista en Corea, al igual que Stalin en la URSS, generando un desmesurado culto a la personalidad del líder, el cual "nunca se equivocaba".

Ofrendas florales ante una gran estatua de Kim Il Sung

     A través de una estricta educación en las escuelas, un total control de los medios de comunicación y una estudiada manipulación de la realidad, se fomentaba la idea de semidios del líder, que en el caso coreano incluso permitió la sucesión por su hijo, actual dirigente supremo del país desde 1994, Kim Jong Il (utilizando la imagen de su padre para afianzarse en el cargo como hizo Stalin con la de Lenin);  generandose la primera dictadura comunista hereditaria en el mundo y que según algunos analistas parece puede continuar (señalando este hecho como el origen de la reciente escalada militar del país). 























Demostración militar en Pyongyang    
Kim Jong Il, máximo dirigente norcoreano

     


















     Podéis ver un reportaje muy instructivo de la realidad actual de Corea del Norte, realizado a escondidas por Jon Sistiaga, pichando este enlace:
  Corea del Norte ha vivido estos últimos 60 años sin sufrir apenas cambios bajo un régimen represivo, que ha creado campos de concentración para la reeducación de los disidentes (semejantes a los gulags soviéticos), manteniendo un estricto control social, bajo una economía estatal planificada enfocada hacia la industria pesada que ha producido ocasionales hambrunas entre la población, además de fomentar el aislamiento del exterior para evitar cualquier influencia (sus habitantes no pueden acceder a internet). Esta situación provoca que se hable de lavado de cerebro colectivo y que se refleja en las grandes paradas y desfiles donde participan enormes cantidades de norcoreanos.

   Desfile de masas en la plaza de Kim Il Sung

     Por otra parte, el régimen totalitario de Kin Jong Il ha desarrollado un exacerbado militarismo, herencia de la era de la Guerra Fría, auzando ante la población la idea de la amenaza exterior e invirtiendo grandes recursos en la producción de misiles y armas nucleares (primer país del mundo en gasto militar en relación a su PIB, el 25%). Esta situación pone en peligro la estabilidad de la región y atemoriza a sus vecinos de Corea del Sur (arruinando los avances conseguidos en la normalización de relaciones) y Japón, preocupando a EE.UU. y a la ONU, que se ve impotente para frenar la escalada de tesión, pese a la imposición de sanciones.

     Para saber más sobre Corea del Norte podéis visitar estas páginas:

martes, 12 de mayo de 2009

La ley electoral en España

Uno de los aspectos más debatidos tras unas elecciones en España es la manera en la cual se reparten los escaños al Congreso de los Diputados y sus consecuencias, en especial si ninguno de los dos grandes partidos nacionales PSOE (Partido Socialista Obrero Español) y PP (Partido Popular) obtienen mayoría absoluta, pese a que el propio sistema está diseñado para favorecer la obtención de mayorías.


La Ley electoral española actual combina la normas generales que establece la Constitución de 1978 en sus artículos 68 y 69 y la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General. La principal característica que tiene el sistema electoral para el Congreso de los Diputados es el establecimiento de las 50 provincias y 2 ciudades autónomas como circunscripción electoral con un mínimo de 2 representantes por cada una de ellas, repartiendo el resto de diputados en función de la población hasta un máximo que 350.
Este hecho condiciona enormemente el reparto de diputados puesto que produce desequilibrios incluso a pesar de los intentos de compensarlos; así por ejemplo existe un exceso de representación en provincias con escasa población (por ejemplo Soria o Teruel) frente a la poca representación de provincias muy pobladas (Madrid, Barcelona). Este hecho hace que se diga en ocasiones que no todos los escaños valen la misma cantidad de votos.



Por otra parte, también es esencial la combinación de las provincias-circuscripción con la Ley D´Hont, que se utiliza para repartir los diputados entre los partidos que han obtenido más del 3% de los votos en esa provincia. El funcionamiento del sistema D´Hont es relativamente sencillo de comprender a través de un ejemplo, pincha aquí para verlo.
La consecuencia de este sistema electoral es la diferencia de los resultados respecto de una sistema proporcional de circunscripción única que produce que los pequeños partidos nacionales salgan muy perjudicados como IU (Izquierda Unida) frente a los grandes partidos que obtienen más diputados con menor número de votos proporcionales y posibilitando mayorías absolutas con un sólo un 40% de los votos totales, mientras que los partidos nacionalistas se mantienen en valores semejantes. Puedes ver un cuadro comparativo de las dos últimas elecciones en las siguientes WEBs: